martes, 10 de julio de 2012

LOS CUATRO ESTADOS DE CONCIENCIA



LOS CUATRO ESTADOS DE CONCIENCIA




La idea más importante es que, con cierto conocimiento y ciertos esfuerzos, el hombre puede desarrollarse, PUEDE COMPLETARSE.

El desarrollo del hombre, si es un proceso (que no es obligatorio), atraviesa ciertas etapas o pasos definidos.

Si retoman al comienzo, recordarán lo que dije sobre la ausencia de conciencia en el hombre y el hecho de que, cuando éste se da cuenta, este darse cuenta le da la posibilidad de adquirir la conciencia, y verán que ésta es la dirección en que el hombre puede desarrollarse.

Mientras no se dé cuenta de que es simplemente una máquina y que todos sus procesos son mecánicos, no podrá empezar a estudiarse, pues ESTE DARSE CUENTA ES EL COMIENZO DEL ESTUDIO DE SÍ.

Por lo tanto, el estudio debe empezar de este modo: debemos darnos cuenta que no poseemos la conciencia de sí, que no podemos ser concientes de nosotros mismos en los momentos de acción o pensamiento.

Este es el primer paso.

El segundo paso es darnos cuenta que no nos conocemos, que no conocemos nuestra máquina y cómo trabaja.

Y el siguiente paso es darnos cuenta que hemos de estudiar los métodos del estudio de sí.

Nos observamos toda nuestra vida, pero no sabemos qué significa la observación de sí.

La real observación de sí debe basarse EN LOS HECHOS.

De modo que una de las primeras cuestiones es: ¿cómo recordarse, cómo ser más concientes?

No basta admitir esta ausencia de la conciencia en uno mismo; uno ha de ver esto en concreto, verificarlo desde la observación personal.

No nos damos cuenta qué es la conciencia y qué implica.

Si uno se vuelve conciente durante media hora, es increíble lo que puede ver y aprender.

De modo que esto es un objetivo en sí mismo, debido al cual éste aporta y también significa un paso hacia LA CONCIENCIA OBJETIVA.

Es necesario hablar un poco sobre esto, sobre lo que significan los cuatro grados de conciencia que el hombre puede poseer.


Si lo encaramos desde el punto de vista de LA COGNICIÓN DE LA VERDAD, entonces, en el sueño, no podemos conocer la diferencia entre lo que es verdad y lo que no es verdad.


Las cosas que vemos en sueños parecen todas similares.

En el estado vigila ya tenemos más oportunidad de reconocer la diferencia entre las cosas: la forma de las cosas es creada por nuestra vista, la superficie de las cosas por el tacto y, hasta cierto punto, podemos orientarnos por las percepciones de nuestros instrumentos sensoriales.

De modo que hay un elemento objetivo, pero nosotros permanecemos subjetivos respecto de nosotros mismos.

Cuando nos volvemos concientes, nos volvemos objetivos para con nosotros mismos, y en el conciente objetivo podemos conocer la verdad objetiva sobre todo.

Estos son los grados de conciencia.

P. ¿Debemos cambiar nuestro conocimiento a fin de ver las cosas como realmente son y conocer la verdad?

R. No, en este estado de conciencia no podemos llegar a las cosas como son; hemos de cambiar nuestro estado de conciencia.

Pero podemos retirar algunas capas de mentira.

Las cosas están rodeadas de mentira.

Podemos retirar una, dos o tres capas, y llegar más cerca de las COSAS REALES.

P. No estoy en claro sobre la conciencia superior. ¿Podríamos conocer, al menos, cómo pensar en eso?

R. Comprendemos la posibilidad de la conciencia superior cuando nos damos cuenta que no estamos concientes para nada.

Estamos concientes sólo en raros momentos, sin posibilidad de control.

Ahora estamos en dos estados: en sueño y semi-vigilia.

Las comparaciones teóricas de los estados de conciencia y las descripciones en palabras no ayudarán; pero cuando empezamos a despertar, comprendemos el estado en que ahora estamos.

Es necesario encontrar momentos de recuerdo de sí y entonces, en estos momentos, verán la diferencia.

Mediante el estudio de sí, verá que usted puede estar muy cerca del sueño, o puede estar cerca de la conciencia de sí.

De modo que el trabajo empieza con el estudio de estos diferentes estados en nosotros mismos.

Por ejemplo, cuando nos consideramos uno solo (o no pensamos en eso), entonces estamos casi dormidos.

Pero cuando empezamos a dividirnos y conocer que, a cada momento, habla solamente un "yo" o un grupo de "yoes" entonces estamos más cerca de la conciencia de sí, más cerca de los hechos objetivos.

Hay diferentes modos de estudiar la conciencia en uno mismo.

Al principio, lo primero es darse cuenta que uno no puede ser conciente cuando quiere.

El tiempo mejor para darse cuenta de esto es después que usted estuvo hablando o haciendo algo.

Suponga que estuvo hablando de algún negocio importante, o escribiendo una carta; entonces pregúntese:

"¿En ese tiempo estuve conciente?"

Lo segundo, al comienzo, es darse cuenta que usted no es uno solo, que tiene muchos "yoes" diferentes.

P. ¿Cómo ha de reconocerse cuando uno está conciente de sí?

R. Lo conocerá; es un sentimiento absolutamente diferente.

Si trata de ser conciente por un momento y luego lo compara con otro momento en que no trató de estar conciente, verá la diferencia.

Esto no puede describirse.

En un momento usted está conciente de sí, en otro momento no lo está: hace cosas, habla, escribe, y no está conciente.

Sólo debe recordar que, desde el comienzo mismo, se dijo que debemos estudiar no sólo los estados de la conciencia sino también LOS OBSTÁCULOS para la conciencia.

De modo que debemos estudiarlos, y luego eliminarlos.

Todos estos obstáculos están en nosotros mismos.

Las circunstancias externas no pueden cambiar, hemos de tomarlas como son y CAMBIAR INTERIORMENTE en estas circunstancias.

P. ¿Si se observa por un momento, usted está conciente en este momento?

R. No necesariamente; eso en algunas oportunidades puede ser absolutamente mecánico.

Pero si usted está conciente al mismo tiempo que observa, la línea de su atención semejará dos flechas, una mostrando la atención dirigida sobre la cosa que usted observa, y la otra sobre usted mismo.

P. No puedo entender el enlace entre la observación de sí y el recuerdo de sí. ¿Cómo empezar, qué hacer?

R. El recuerdo de sí es un intento de estar conciente de usted mismo.

La observación de sí está siempre dirigida hacia alguna función definida: usted observa sus pensamientos, o sus movimientos, o sus emociones, o sus sensaciones.

Debe tener un objeto definido que observe en usted mismo.

El recuerdo de sí no le divide, usted debe recordar el todo, es simplemente el sentimiento del yo, de su propia persona.

Pueden llegar juntos, particularmente en etapas posteriores, y entonces usted podrá hacer ambos al mismo tiempo: observar algo definido, o reconocer las manifestaciones en usted mismo, y recordarse; pero, al comienzo, las dos cosas son diferentes.

Usted empieza con la observación de sí (este es el modo normal), y a través de la observación de sí, comprende que no se recuerda.

Cuando se dé cuenta de esto, y que en momentos rarísimos usted se recuerda, entonces cualquier persona que no sea definidamente prejuiciosa, podrá entender que es posible aumentar estos momentos de recuerdo de sí.

Y entonces usted trata de hacerlo.

P. Hallo difícil decidir si realmente me observo o sólo recuerdo cosas después.

R. Al comienzo no hay una particular necesidad de preocuparse sobre qué es cada cosa; limítese a hacer lo que pueda, observe en el momento, o recuérdelo inmediatamente, o recuerde después de un tiempo.

Pero luego ATRAPARÁ particulares momentos en que usted pueda estar conciente de usted mismo en el momento real en que las cosas ocurren.

Eso será recuerdo de sí.

P. ¿Cómo conoce los resultados milagrosos que seguirán al recuerdo de sí?

R. Vea, esto está conectado con la idea total del desarrollo, con la posibilidad de cambiar el ser.

Esta es una de las primeras cosas que debemos entender: que el hombre no está obligado a permanecer como es; PUEDE CAMBIAR.

Hay diferentes grados del hombre que pueden alcanzarse luego de un trabajo largo y persistente.

Si podemos ser más concientes, esto hará trabajar a LOS CENTROS SUPERIORES.

El funcionamiento de los centros superiores será milagroso en muchos sentidos.

La idea del recuerdo de sí entra en muchos sistemas y enseñanzas de escuelas, pero no está en el lugar correcto, nunca se la pone en primer lugar.

Pero este sistema dice que usted no se recuerda y que, si entiende que no se recuerda, puede lograr algo.

La conciencia de sí es el máximo cambio posible, porque en condiciones corrientes de la vida nadie es conciente de sí, y, sin embargo, la gente no se da cuenta de esto.

Todos los que están aquí sentados, si se preguntan sinceramente si están concientes de sí, tendrán que responder que no lo están.

Nadie es conciente.

La idea total es estar conciente de usted mismo en este lugar, en este momento.

Este es el comienzo, pues uno tiene que empezar en alguna parte.

Ouspensky

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